INSTANTES:
Si pudiera vivir nuevamente mi vida
En la próxima trataría de cometer mas errores
No intentaría ser tan perfecta, me relajaría mas
Sería mas tonta de lo que he sido
De hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad
Sería menos higiénico
Correría mas riesgos, haría mas viajes,
contemplaría mas atardeceres,
subiría mas montañas, nadará más ríos.
Iría a mas lugares donde nunca he ido
Comería mas helados y menos habas
Tendría mas problemas reales y menos imaginarios
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida.
Claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
Solamente buenos momentos
Por sí no lo sabes de hecho
la vida esta hecha de momentos.
No pierdas el ahora
Yo era de esas personas que no iban a ninguna parte
Sin termómetro, una bolsa de agua caliente
Un paraguas y un paracaídas.
Si pudiera volver a vivir
Viajaría mas liviana
Si pudiera volver a vivir
Andaría mas descalzo
A principio de la primavera
Y seguiría así hasta concluir el otoño
Daría mas vueltas a Calecitos
Contemplaría mas amaneceres
Y jugaría con mas niños
Si tuviera otra vez la vida
Pero ya ven, tengo 85 años
Y sé que me estoy muriendo. autor: Desconosido
EL HOMBRE Y LA MUJER:
El hombre es la más elevada de las criaturas
La mujer es el mas sublime de los ideales
El hombre es el cerebro
La mujer es el corazón
El cerebro fabrica la luz; el corazón, el amor
La luz fecunda, el amor resucita
El hombre es fuerte por la razón
La mujer es invencible por las lágrimas
La razón convence, las lágrimas
La razón convence, las lagrimas conmueven
El hombre es capaz de todos los heroísmos
La mujer de todos los martirios
El heroísmo ennoblece; el martirio sublima
El hombre es un código. La mujer es un evangelio
El código corrige; el evangelio perfecciona
El hombre es un templo. La mujer es un sagrario
Ante el templo nos descubrimos;
Ante el sagrario nos arrodillamos.
El hombre piensa. La mujer sueña
Pensar es tener en el cráneo una larva;
Soñar es tener en la frente una aureola;
El hombre es un océano. La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que adorna;
El lago la poesía que deslumbra
El hombre es el águila que vuela
La mujer es el ruiseñor que canta
Volar es dominar el espacio;
Cantar es conquistar el alma.
En fin
El hombre está colocado donde termina la tierra
La mujer donde comienza el cielo... autor: victor hugo
LA MARIONETA:
Si de alguna manera
Dios se olvidara de que soy
solamente una marioneta de trapo
y me regalara unos instantes de vida
nodiriía todo lo que pienso
pero en definitiva, pensaria todo lo que digo
Daría importancia a las cosas
no por lo que valen, sino por lo que significan
dormiría poco y soñaría mucho
porque entiendo que por cada minuto
que cerramos losojos, perdemos 60 seg. de luz
Andaría cuando los demás se detienen
despertaría cuando los demás duermen
escucharía mientras los demás hablan
y como disfrutaría de un buen helado de chocolate
Dios mio, si yo tuviera vida
vestiría sencillo y me tiraría de bruces al sol
dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo
si no mi alma
Dios mio, si yo tuviera un corazón
escribiría mi odio sobre el hielo
y esperaría a que saliera el sol
Pintaría con un sueño de Vangho
un poema de Debedette
y sobre las estrellas
y una canción de Serrat
sería la serenata que
le regalaría a la luna
Con mis lágrimas regaría las rosas
para sentir el dolor de sus espinas
y el beso encarnado de sus pétalos
Si yo tuviera un poco de vida
no dejaría pasar un solo día
sind ecirle a la gente que quiero
que la quiero
Convencería a cada mujer
que ella es mi favorita
y viviría enamorado del amor
les explicaria a los hombres
cuan equivocados están
cuando piensan, que dejan
de madurarse cuando envejecen
sin saber que realmente envejecen
cuando dejan de madurarse
A un niño le regalaría alas
pero dejaría que el solo aprendiera a volar
y a los viejos, a mis viejos
les enseñaría que la muerte no llega
con la vejez si no con el olvido
Son tantas las cosas que he podido
aprender de ustedes los hombres
he aprendido que cada uno quiere vivir
en la cima de la montaña
sin saber, que la verdadera felicidad
este en forma de subirla
He aprendido que cuando un niño nace
y con su pequeño dedo, aprieta el puño
de su padre, lo tiene atrapado para siempre
y he aprendido que un hombre
solamente tiene derecho a mirar a otro
hacia abajo, cuando habrá de ayudarlo a levantarse.
Son tantas las cosas que he aprendido de ustedes
pero finalmente no sirven de nada
porque cuando guarden a este pequeño muñeco
dentro de la maleta, infelízmente estaré muriendo. autor:
Jhony
AMISTAD:
Si tienes un amigo, has merecido un don divino.
La amistad leal, sincera, desinteresada
es la verdadera comunión de las almas.
El recuerdo del amigo lejano,
del amigo de la niñez o de la juventud
produce íntima alegría de haberlos conocido,
Nuestra vida se enriqueció con su contacto
por breve que haya sido.
La amistad no se conquista, no se impone,
se cultiva como una flor, se abona con pequeños
detalles de cortesía y de ternura y de lealtad,
se riega con aguas vivas de desinterés
y de cariño silencioso. autor:
Naty Antúnez
VIDA O MUERTE:
Tanto tiempo sin tenernos ni hablarnos.
En soledad nostálgica deprimente.
Con ese matiz oscuro que a veces
nos inunda de tristeza y desvelo,
de cansancio, rutina y miedo.
Soledad al no tenerte y existiendo.
Ansiedad de no tocarte, lo siento.
Más intenso que el sabor amargo
de la ausencia de mi alma.
Ilusiones que me engañan
y marean mi realidad etérea
que vuela hacia el recuerdo
cuando fuimos y no pudimos.
Cuando amamos y las palomas
volaban formando corazones.
Me perdía en tus bosques,
en tus montañas y arrecifes,
se desbordaban mis pasiones
y mis manos temían perderte.
Como el pato que cuida,
la laguna donde bebe y nada,
quiero cuidarte por siempre
por ser la parte que marca,
que dicta o que pauta
y me da la vida o muerte.
Autor: Pablo Cerda
NO TE SALVES:
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
y si te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas entonces
no te quedes conmigo. autor:
Mario Benedetti
PARA ENTONCES:
Quiero morir cuando decline el día
en alta mar y con la cara al cielo
donde parezca un sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo
No escuchar en lós últimos instantes
ya con el cielo y con el mar a solas
más voces ni plegarias sollozantes
y el majestuoso tumbo de las olas
Morir cuando la luz triste retira
sus áureas redes de la onda verde
y ser como ese sol que lento expira
algo muy luminoso que se pierde...
Morir, y joven, antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún: soy tuya
¡Aunque sepamos bien que nos traiciona! autor:
Manuel Gutiérrez Nájera
HOY PUEDE SER UN GRAN DIA
Hoy puede ser un gran día
plantéatelo así:
Aprovecharlo o que pase de largo
depende de tí.
Dale el día libre a la experiencia
para comenzar y recíbelo como si
fuera fiesta de guardar.
Hoy puede ser un gran día
dando todo esto por descubrir
si lo empleas como el último
que te toca vivir
Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para tí
no lo mires desde la ventana
y sientate al festín.
Pelea por lo quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana tambien autor: desconosido
MARCHARE SEÑOR:
Marcharé señor, alegre o triste
más resignado cuando al fin me hieras
si vine al mundo porque tu quisiste
¿No he de partir sumiso cuando quieras?
Un torcedor tan solo me acongoja
y es haber preguntado el pensamiento
sus porqués de la vida... ¡Mas la hoja
quieres saber dónde la lleva el viento!
Hoy, ya no pregunto nada
cerré los ojos y mientras el plazo llega
en que se termine la jornada
mi inquietud se adormece en la almohada
de la resignación ¡en tu regazo! autor: Amado Nervo
ESTUDIA:
Estudia, es puerta de luz un libro abierto
entra por ella, niño, y de seguro,
que para tí será en lo futuro
Dios mas visible, su poder mas cierto.
El ignorante vive en el desierto
donde es el agua poca, el aire impuro
un grano le detiene el pie inseguro
camina tropezando, vive muerto.
Estudia, y no serás cuando crecido
ni el juguete vulgar de las pasiones
ni el esclavo servil de los tiranos. autor: desconosido
EL ASNO:
En el establo se inicio la conversación.
La mula empezó a burlarse del pobre asno.
El caballo le hizo eco.
Ambos pretendían pertenecer a la aristocracia de la familia equina.
-Yo me siento orgullosa de ser pariente tuya
dijo la mula al caballo-
Tú si que puedes vanagloriarte de tus descendientes.
-Sí, respondió el caballo –
mis padres llevaron sobre sus lomos a los héroes
que iban al campo de batalla en donde recogían gloria.
Y tu borriquillo... ¿Cuál es tu gloria?, cuéntanos tu historia.
-El asno hablo: -
Mis abuelos no llevaron nunca sobre sus lomos
los caballeros a sembrar la ruina y la muerte.
Únicamente sobre el más humilde de mis antepasados,
entró a Jerusalén, con un ramo de olivo en la mano,
con la paz en el corazón, el Redentor del mundo...
-No continuó. La mula y el caballo humillados,
bajaron la cabeza y guardaron silencio. autor: desconosido
EN PAZ:
Muy cerca de mi ocaso,yo te bendigo, vida
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino
que si extraje la hiel o la miel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel, o mieles sabrosas.
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno,
¡ mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno !
Halle sin duda largas las noches de mis penas,
¡ mas no prometiste tú solo noches buenas.
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
autor: desconosido
HOMBRES NECIOS QUE ACUSAÍS
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para, pretendida, Tais;
en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual:
quejándoos si os tratan mal;
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis,
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?
Mas entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere,
y quejaos enhorabuena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
¿Pues para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis de afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesas e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
autor: Juana Ines de la cruz
LOS MOTIVOS DEL LOBO:
El varón que tiene corazón de lis,
alma de querube, lengua celestial,
el mínimo y dulce Francisco de Asís,
está con un rudo y torvo animal,
bestia temerosa, de sangre y de robo,
las fauces de furia, los ojos de mal:
el lobo de Gubbia, el terrible lobo,
rabioso, ha asolado los alrededores;
cruel ha deshecho todos los rebaños;
devoró corderos, devoró pastores,
y son incontables sus muertes y daños.
Fuertes cazadores armados de hierros
fueron destrozados. Los duros colmillos
dieron cuenta de los más bravos perros,
como de cabritos y de corderillos.
Francisco salió:
al lobo buscó
en su madriguera.
Cerca de la cueva encontró a la fiera
enorme, que al verle se lanzó feroz
contra él. Francisco, con su dulce voz,
alzando la mano,
al lobo furioso dijo: —¡Paz, hermano
lobo! El animal
contempló al varón de tosco sayal;
dejó su aire arisco,
cerró las abiertas fauces agresivas,
y dijo: —¡Está bien, hermano Francisco!
¡Cómo! —exclamó el santo—. ¿Es ley que tú vivas
de horror y de muerte?
¿La sangre que vierte
tu hocico diabólico, el duelo y espanto
que esparces, el llanto
de los campesinos, el grito, el dolor
de tanta criatura de Nuestro Señor,
no han de contener tu encono infernal?
¿Vienes del infierno?
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno
Luzbel o Belial?
Y el gran lobo, humilde: —¡Es duro el invierno,
y es horrible el hambre! En el bosque helado
no hallé qué comer; y busqué el ganado,
y en veces comí ganado y pastor.
¿La sangre? Yo vi más de un cazador
sobre su caballo, llevando el azor
al puño; o correr tras el jabalí,
el oso o el ciervo; y a más de uno vi
mancharse de sangre, herir, torturar,
de las roncas trompas al sordo clamor,
a los animales de Nuestro Señor.
Y no era por hambre, que iban a cazar.
Francisco responde: —En el hombre existe
mala levadura.
Cuando nace viene con pecado. Es triste.
Mas el alma simple de la bestia es pura.
Tú vas a tener
desde hoy qué comer.
Dejarás en paz
rebaños y gente en este país.
¡Que Dios melifique tu ser montaraz!
—Está bien, hermano Francisco de Asís.
—Ante el Señor, que todo ata y desata,
en fe de promesa tiéndeme la pata.
El lobo tendió la pata al hermano
de Asís, que a su vez le alargó la mano.
Fueron a la aldea. La gente veía
y lo que miraba casi no creía.
Tras el religioso iba el lobo fiero,
y, baja la testa, quieto le seguía
como un can de casa, o como un cordero.
Francisco llamó la gente a la plaza
y allí predicó.
Y dijo: —He aquí una amable caza.
El hermano lobo se viene conmigo;
me juró no ser ya vuestro enemigo,
y no repetir su ataque sangriento.
Vosotros, en cambio, daréis su alimento
a la pobre bestia de Dios. —¡Así sea!,
contestó la gente toda de la aldea.
Y luego, en señal
de contentamiento,
movió testa y cola el buen animal,
y entró con Francisco de Asís al convento.
*
Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo
en el santo asilo.
Sus bastas orejas los salmos oían
y los claros ojos se le humedecían.
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos
cuando a la cocina iba con los legos.
Y cuando Francisco su oración hacía,
el lobo las pobres sandalias lamía.
Salía a la calle,
iba por el monte, descendía al valle,
entraba en las casas y le daban algo
de comer. Mirábanle como a un manso galgo.
Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo
dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo,
desapareció, tornó a la montaña,
y recomenzaron su aullido y su saña.
Otra vez sintióse el temor, la alarma,
entre los vecinos y entre los pastores;
colmaba el espanto los alrededores,
de nada servían el valor y el arma,
pues la bestia fiera
no dio treguas a su furor jamás,
como si tuviera
fuegos de Moloch y de Satanás.
Cuando volvió al pueblo el divino santo,
todos lo buscaron con quejas y llanto,
y con mil querellas dieron testimonio
de lo que sufrían y perdían tanto
por aquel infame lobo del demonio.
Francisco de Asís se puso severo.
Se fue a la montaña
a buscar al falso lobo carnicero.
Y junto a su cueva halló a la alimaña.
—En nombre del Padre del sacro universo,
conjúrote —dijo—, ¡oh lobo perverso!,
a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal?
Contesta. Te escucho.
Como en sorda lucha, habló el animal,
la boca espumosa y el ojo fatal:
—Hermano Francisco, no te acerques mucho...
Yo estaba tranquilo allá en el convento;
al pueblo salía,
y si algo me daban estaba contento
y manso comía.
Mas empecé a ver que en todas las casas
estaban la Envidia, la Saña, la Ira,
y en todos los rostros ardían las brasas
de odio, de lujuria, de infamia y mentira.
Hermanos a hermanos hacían la guerra,
perdían los débiles, ganaban los malos,
hembra y macho eran como perro y perra,
y un buen día todos me dieron de palos.
Me vieron humilde, lamía las manos
y los pies. Seguía tus sagradas leyes,
todas las criaturas eran mis hermanos:
los hermanos hombres, los hermanos bueyes,
hermanas estrellas y hermanos gusanos.
Y así, me apalearon y me echaron fuera.
Y su risa fue como un agua hirviente,
y entre mis entrañas revivió la fiera,
y me sentí lobo malo de repente;
mas siempre mejor que esa mala gente.
y recomencé a luchar aquí,
a me defender y a me alimentar.
Como el oso hace, como el jabalí,
que para vivir tienen que matar.
Déjame en el monte, déjame en el risco,
déjame existir en mi libertad,
vete a tu convento, hermano Francisco,
sigue tu camino y tu santidad.
El santo de Asís no le dijo nada.
Le miró con una profunda mirada,
y partió con lágrimas y con desconsuelos,
y habló al Dios eterno con su corazón.
El viento del bosque llevó su oración,
que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...
autor: Rubén Darío